Recuerdo que en el colegio era un
niño bastante desadaptado respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje que
tuve que ir cursando (sobreviviendo diría yo) dentro del sistema estudiantil
tradicional. Cuando llegó la hora de escoger la carrera, lo primero que se
me cruzó por la mente fue “una profesión que no tenga que ver con números”, realmente mi
auto-conocimiento era paupérrimo por esos años y solamente llegué a atinar que la
lógica matemática era uno de mis debilidades más notorias, debido a mi
predominancia de pensamiento basal derecho y como consecuencia, la ejecución directa de alguna
competencia de mi cuadrante débil, me llevaba a un inevitable estrés y fatiga.
(Te recomiendo leer mi primer artículo que escribí sobre el test Benziger
dándole click aquí http://josecarloschavez.blogspot.com/2015/11/maximizando-talento-humano-test-benziger.html ).
Es por ello que me es muy
satisfactorio ver hoy en día que más padres poseen una clara conciencia de que
sus hijos adolescentes tienen que pasar por algún test vocacional, que según
acorde a sus gustos en su forma de razonar, ver el mundo, nivel de capacidad de análisis,
inclinaciones a algún arte o ciencia; se llegue a tomar una mejor decisión más
efectiva, siendo eficaz en que el joven termine la carrera y eficiente con el ahorro de energía, el tiempo que le tome culminar la misma, evitando reprobar
los cursos y economizando los bolsillos de los padres.
El test Benziger, es una
herramienta sumamente poderosa y precisa que lleva a una toma de conciencia
tanto para el joven como para los padres sobre cuál sería la mejor opción para
la elección de estudios de pre-grado. Con esto no quiero decir que el joven una
vez bordeando los treinta, a través de que vaya alcanzando el expertise
necesario para comenzar a realizar la ejecución real de su plan de acción de
vida profesional, decida especializarse o ir a una dirección que está a unos
metros (no kilómetros) de su formación universitaria. Pero es un tanto
alarmante cuando por primera vez fui testigo de la cifra real de que un 60 % de
jóvenes son los que se cambian de carrera o peor aún, se retiran de la universidad,
dejando sus estudios inconclusos.
¿Pero por qué pasa esto?
Son muchos factores; exigencia de
padres con predominancia cerebral izquierda de pensamiento y por ende el adolescente, que en un número elevado tiene sus talentos naturales en los cuadrantes derechos, por
buscar la aceptación y el rechazo de sus progenitores, terminan aceptando alguna carrera impuesta. Otro
factor importante comienza en la escuela, el tipo de pensamiento que
predominaba al mundo industrial era la preferencia por el pensamiento basal
izquierdo (que domina los procedimientos, la organización, la rutina, el
detalle y la productividad por mencionar algunos) y como la mayor parte de
empresas americanas y europeas se desarrollaron en el 1800, durante la
revolución industrial, las demandas mundiales necesitaban personas que trabajasen y dominaran la rutina
con una alta productividad, tanto en las fábricas como en las oficinas; es por
ello que nuestras escuelas y universidades fueron diseñadas para cubrir esa
necesidad claramente identificada.
Pero hoy en día, en un mundo con
internet, el uso del móvil, la globalización de la economía, el comercio virtual
y un acceso masivo a una educación superior, ha hecho que todo se haya ido
automatizando cada vez más frecuentemente y el Perú ya no es la excepción. En
nuestro presente existe ya una caída en la demanda de trabajadores basales
izquierdos y una mayor demanda de una fuerza laboral que domine competencias
del hemisferio derecho del cerebro como: resolución de problemas, innovación,
capacidad de adaptación, investigación de nuevos nichos de mercado, capacidad
de escucha activa al personal de una organización, orientación al cliente,
manejo de relaciones interpersonales y desarrollo de colaboradores.
Según la homologación
de la Phd. Katherine Benziger las posibles profesiones que un adolescente o
joven trabajador que puede optar, según su estilo de pensamiento y una vez que
aplique el test Benziger Thinking Styles Assessment, se pueden ver en el cuadro
inferior
Según la ley de la dominancia
cerebral, podríamos desarrollarnos de una manera muy productiva en carreras
que son propia de nuestros cuadrantes auxiliares; pero si el joven se
desarrolla desde un principio en una profesión que vaya acorde con su fluidez de
pensamiento y nivel de alerta (introversión y extroversión), no solo va a
desarrollar los trabajos de una manera mucho más eficiente, es muy probable que
llega a la excelencia y maximización de todos sus recursos como profesional y
por ende, como ser humano. Destacando en la genialidad de su especialización. ¿Y
tú qué carrera tienes?